El partido de ayer en el Bernabéu certificó un cambio de tendencia en toda regla en lo relativo al estilo de juego del Real Madrid. Carlo Ancelotti apuesta por un modelo que no sólo no desprecia el toque y la posesión, sino que los convierten en elementos clave de su juego durante amplios tramos de los partidos.
Evidentemente, no se trata de un cambio coyuntural. Empezó a gestarse este verano, con los fichajes de Kroos y James. Dos mediapuntas eminentemente técnicos a los que Ancelotti ha reconvertido a las posiciones de mediocentro e interior, respectivamente. Especialmente controvertido resultó el fichaje de James, tanto por su precio como por la posterior salida de Di María, el jugador con el que estaba llamado a competir. Pero el colombiano está demostrando unas dotes de 'todocampista' que le han permitido adaptarse a esa nueva posición de interior, indispensable para lograr el famoso equilibrio que se ha convertido en mantra del librillo táctico de técnico italiano.
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