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domingo, 26 de octubre de 2014

El Málaga abusó del coladero que fue el Rayo




El Málaga, que ya había iniciado la carrera, tomó velocidad contra el Rayo. Directamente, el equipo de Paco Jémez fue atropellado. Fue un coladero y los andaluces lo aprovecharon para salir volados. Se marcaron cuatro goles y bien pudieron ser muchos más.

Gracia ha encontrado la dinámica ganadora. El Málaga suma tres victorias consecutivas y demostró que nada es flor de un día. Confirmó su excepcional momento de forma y fútbol con todas las de la ley. De principio a fin. El Rayo, también hay que decirlo, fue víctima propiciatoria.

Sería injusto centrar la exhibición malaguista en un sólo hombre. Me viene a la cabeza Amrabat. Él y sus compañeros, todos ellos, sacaron una nota muy alta (Kameni no tuvo trabajo para ganársela). Todos superaron a sus rivales de franja blanca en La Rosaleda.

Una y otra vez 
La primera ocasión, clarísima, llegó a los 23 segundos. Era el vaticinio de la mañana. El Rayo se descosió por el centro y Samu Castillejo aprovechó el agujero. Amaya salvó el gol bajo palos. Iba a ocurrir durante todo el partido. El Málaga utilizó la aguja cada dos por tres.

Amrabat avisó después y el tanto llegó a los 6 minutos por medio de Samuel. El Málaga, intenso, rápido y voraz, dejó desnudo al Rayo. Se juntaron el hambre con las ganas de comer. El conjunto de Jémez fue muy frágil en defensa y las ocasiones se sucedieron una y otra vez. Tenían que llegar más goles y llegaron. Darder hizo el 2-0 y Juanmi se apuntó el tercero justo antes del descanso. Robaba el Málaga, corría y golpeaba. El Rayo, mientras, ni se acercó al área de Kameni, que se podía haber quedado en la cama.

Para el Rayo hubiese sido mejor no despertarse. Paco cambió a Insua por Aquino a la media hora buscando una reacción. Creyó que podía ser posible cerrar el grifo metiendo un hombre más en el centro del campo quitando a un defensa. Todo siguió igual. Camacho y Darder eran los que mandaban.

Un aperitivo 
Tras el descanso, Amrabat marcó de penalti el cuarto. El Málaga ya no hizo más goles (qué más quieren) aunque no frenó en su empeño de ser feliz al galope. Kameni hizo su primera parada en el 76. Poco más que decir. El Málaga se comió al Rayo como si fuese el aperitivo de cada domingo.


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